miércoles, junio 27, 2012

DR. LÁZARO GIDEKEL MÉDICO Y MAESTRO DISTINGUIDO DE ROSARIO




El Consejo Municipal de Rosario consagró al Dr. Lázaro Gidekel como Médico y Maestro Distinguido de la ciudad el 6 de junio del 2012. En un emotivo acto, con la presencia del Gobernador y de la Intendente, de amigos y colegas que colmaron el salón le otorgaron la distinción.
Lázaro Gidekel se recibió de médico a los 23 años en la Facultad de Medicina de Rosario y seis años más tarde, después de dos años becado en la Universidad de Cornell, Nueva York, siendo el clínico joven más brillante de la época, fue designado Jefe de Clínicas en el Hospital Centenario, Profesor Adjunto y primer médico clínico del Sanatorio Británico.
“Con el horizonte insospechadamente abierto y el futuro más promisorio, de forma tan repentina como inesperada decide radicarse en Estados Unidos,… con el objeto de completar su formación en medicina” como describe el Dr. Hugo Tanno en su presentación en el acto (ver aquí)
Tras 10 años en Estados Unidos da otro giro a su vida instalándose en una modesta población rural en la selva del valle central de Costa Rica donde durante ocho años volcó generosamente la experiencia clínica adquirida.
En 1985 regresó a Rosario dónde, como Jefe del Servicio de Residencias en Clínica del HECA, se dedicó a difundir su concepción de la Medicina enfocada en la persona y no en la enfermedad como describió en su Agradecimiento (ver aquí)
 Durante 18 años, hasta su jubilación, se dedicó con ahínco a la atención de sus pacientes y a la formación de los jóvenes médicos residentes a quienes inculcaba que deberían involucrarse en “el conocimiento a fondo [del enfermo] de los antecedentes patológicos personales y familiares , de su  biografía personal, de  sus estudios, trabajos, capacidades y falencias, así como las relaciones interpersonales de su grupo familiar”.
Se preocupó de que los residentes tuvieran un intenso programa de reuniones científicas diarias y trataba de despertarles el gusto por la buena lectura y la música.
Como verán en su Agradecimiento aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre la crisis ética y humana del mundo definiéndose como Emmanuel Lévinas “Pienso y actúo para el otro, luego existo”