sábado, octubre 06, 2012

LO INESPERADO O EL CISNE NEGRO DE TALEB



En el 2008 di una charla sobre Ciencia e Historia que tenía que estar precedida por un breve relato autobiográfico contestando las preguntas de ¿Quién soy? ¿Qué hice? ¿Qué hago? Y mencionar a mis ancestros. Un comentario de uno de los presentes me quedó grabado. Me señaló que había mencionado el papel fundamental del azar en varios momentos claves de mi vida y me preguntó porqué.
Ahora encontré una elaborada respuesta en el ensayo “El cisne negro: El impacto de lo altamente improbable” de   Nassim N. Taleb (Ed. Paidós, 2008 ver aquí). Afirma que nuestro mundo esta dominado por lo desconocido, lo muy improbable (de acuerdo con lo que sabemos). Es esencialmente azaroso. El futuro es impredecible. Lo que ignoramos es mucho más que lo que sabemos. Concuerdo totalmente. El espectacular avance de las ciencias logra agigantar las fronteras de nuestra ignorancia. La ciencia al investigar qué hay en un ambiente determinado descubre y describe muchas cosas y entre ellas puertas que, cuando logra abrir alguna, nos conduce a otro ambiente mayor, oscuro, desconocido.


Nuestro pensamiento depende del contexto en que las cosas ocurren, no de su mérito lógico. Es opaco. La historia es opaca, tenemos la ilusión de que entendemos lo que pasó pero los que estaban presentes no vieron lo que pasaba. No entendieron la extensión de la Gran Guerra ni la masacre que produjo. Nadie se imaginó la súbita caída del muro de Berlín ni las consecuencias mundiales aparejadas.
Taleb advierte sobre el riesgo de pensar como los pavos. Durante su vida creen que el mundo es perfecto. Todos los días alguien repone el alimento y agua fresca, hasta que un día (¿el de Acción de Gracias/Navidad?) pasa algo totalmente diferente. Critica ferozmente a los Nobel en Economía y autoridades bancarias y de la Reserva Federal que argumentaron, en el 2008, “nunca pasó algo así”. También podrían afirmar convincentemente “yo nunca me morí”.

Ignorar la evidencia silenciosa es otra trampa en que caemos fácilmente. Admiramos al artista, escritor o científico exitoso, triunfante, considerándolos geniales ignorando a los muchos similarmente dotados pero que no tuvieron la “suerte” de destacarse. Suerte generada por un hecho azaroso no relacionado con su real capacidad.

El mundo es mucho más complicado de lo que pensamos. Lo que no sería un problema salvo que la mayoría lo ignora. Tendemos a mirar con anteojeras el futuro suponiendo que va hacer igual que hoy. En realidad no lo podemos saber. No podemos predecir pero nos domina la arrogancia sobre lo que creemos saber. No sabemos lo que no sabemos.

Los hombres tenemos una gran inquietud por conocer el futuro. Hay una demanda generalizada de pronósticos en todos los campos. En temas acotados con variables conocidas y plazos restringidos se puede hacer una estimación limitada por la ocurrencia de eventos improbables. En temas complejos con variables móviles de largo plazo las predicciones son inútiles (cómo va estar la economía o el precio del petróleo dentro de 20 años o cuánto va a durar una guerra)

Según Taleb la idea del Cisne Negro esta basada en la estructura azarosa de la realidad empírica. Es importante estar preparados para lo altamente improbable, para lo inesperado. En realidad para todo.

¿No te parece?