jueves, mayo 30, 2013

SOBRE EL FRECUENTE ACCIONAR CRIMINAL DE LA GRAN INDUSTRIA FARMACÉUTICA

A raíz de la nota anterior en este blog sobre el costo de la medicación oncológica recibí el trabajo del Prof. Dr. Peter C. Gotzsche de Copenhague, Dinamarca,  “EL CRIMEN CORPORATIVO EN LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA ES COMÚN, SERIO Y REITERADO” (ver aquí)
El Dr. Gotzsche encontró, fácilmente, que las diez mayores compañías farmacéuticas rutinariamente quebrantan la ley. Los serios delitos cometidos incluyen promover usos ilegales de sus medicamentos, alterar maliciosamente resultados experimentales, ocultar evidencias sobre daños que provocan sus productos y fraude a prestadores estatales de salud. Con frecuencia logran involucrar a médicos en sus crímenes con el pago de sobornos.
El autor se valió de una simple búsqueda en Internet donde encontró los juicios que perdieron y las millonarias multas que pagaron las diez “big pharmas”. El crimen persiste porque paga más que las eventuales sanciones. Los casos mencionados son en Estados Unidos, aunque es fácil encontrar crímenes similares en el resto del mundo, porque en ese país los denunciantes tienen derecho a una comisión (18%) de la multa que se aplique por el delito.
Las consecuencias de estos crímenes son enormes porque ponen en peligro la salud pública y corrompen las decisiones médicas. La propaganda ilegal lleva a una sobre medicación de la población con mucho daño que se debería evitar.
Los desórdenes psiquiátricos son manipulados. Los anti sicóticos y antidepresivos son los medicamentos más vendidos. Johnson&Johnson pagó en 2012 1.100 millones de dólares por haber ocultado peligrosos efectos de su ansiolítico, y Lilly 1400 millones en 2009 por el suyo y se declaró culpable de cargos criminales. Entre ellos haber inducido su uso indebido en ancianos y niños que son particularmente vulnerables. Glaxo pagó 3.000 millones de multa en 2011 por su antidepresivo que promovió con los médicos mediante retornos y por ocultarles los riesgos cardíacos de Avandia y sugiriendo beneficios en cambio! Y la lista sigue…encabezada por Roche que dirigió por una década un cartel que conspiró para manipular fraudulentamente el precio internacional de las vitaminas que usan las industrias alimenticias y que “convenció” a los gobiernos con el Tamiflú en el 2009 durante la benigna epidemia gripal.
En Dinamarca y en Estados Unidos las encuestas muestran que el público no confía en la industria farmacéutica nivelándola con las tabacaleras y las petroleras.

¿Qué se puede hacer?

Un estudio del parlamento británico (ver aquí) encontró que la influencia de la industria farmacéutica era enorme y estaba fuera de control, que corría riesgos calculados y que corrompía a la gente y a la Medicina en gran escala llevando a la pérdida de miles de vidas y con elevados e innecesarios costos a la economía. Consideró que mientras la influencia tradicional de las compañías farmacéuticas se dirigía a los profesionales de la salud, actualmente los tentáculos de las "grandes farmacéuticas" (big-pharma) penetran y controlan el sector con mucha mayor amplitud, alcanzando a los pacientes y sus organizaciones, departamentos de salud, organismos reguladores, gerentes, investigadores, instituciones benéficas y las Organizaciones no Gubernamentales (ONG), medios académicos y universitarios, medios de comunicación, organizaciones de cuidados de salud, sistema escolar y educativo y partidos políticos.
 La industria farmacéutica domina la agenda de la investigación y emprende tal volumen de actividades promocionales hacia prescriptores y consumidores, que los medicamentos están siendo usados en exceso más allá de lo que es bueno para la salud de las personas.

El D.Gotzsche y un vicepresidente de Pfizer, que renunció, creen que la Big Pharma se asemeja al crimen organizado, mafia, en que ganan dinero obscenamente, con muertes como efecto secundario y con gran poder de corrupción.
Mi coincidente opinión es que junto con otras grandes corporaciones, las tabacaleras, petroleras, mineras, están guiadas solo por un irrefrenable impulso a incrementar las ganancias sin límites y sin importar las consecuencias para la sociedad, claro ejemplo de capitalismo salvaje.


        ¿QUÉ TE PARECE?

sábado, mayo 04, 2013

¿PUEDE UN MEDICAMENTO COSTAR 100.000 U$S POR AÑO?


Sí, ése es el costo anual, 100.000 dólares, para los enfermos de leucemia mieloide crónica, un cáncer de la sangre potencialmente mortal. El tratamiento con Gleevec, de Novartis que lo introdujo en el 2001, prolonga la vida de los enfermos a ese “módico” precio.
120 oncólogos de 15 países de cinco continentes denunciaron el precio de la droga como astronómico, insostenible e incluso inmoral en una publicación científica (en Blood, ver aquí)
No es el único caso: once de doce nuevos medicamentos oncológicos aprobados por la FDA en 2012 cuestan más de 100.000 dólares por año.
La denuncia de estos especialistas fue precedida por la decisión de los médicos del Memorial Sloan-Kettering Center de Nueva York de no recetar una nueva droga para el cáncer de colon que cuesta el doble (u$s 11.000 por mes) y no es  mejor que otra ya disponible (ambas solo prolongan la vida de los pacientes 1-2 meses)(ver aquí)
Estos abusivos precios de la industria farmacéutica se pagan en USA y otros países porque no hay quien pueda controlar sus excesos que afectan la salud de la gente en varios niveles (ver “Una Verdad preocupante”, aquí)
En Argentina el costo de Gleevec y similares está  entre 52.000 y 80.000 dólares que suele absorberlos el Ministerio de Salud  con reintegros a las obras sociales lo que ha sido un conocido foco de corrupción (ver aquí y aquí).
Los profesionales que denunciaron su precio excesivo discutieron cuál debería ser un precio justo y el costo de la investigación y desarrollo. Éste último se estima entre 90 y 1.000 millones de dólares. Novartis que explota el Gleevec desde el 2001, ganó sólo en el 2012,  4.700 millones y trata de prorrogar su patente que vence este año. Las corporaciones,  incluídas las farmacéuticas, tratan de maximizar sus ganancias a toda costa. Un medicamento que prolonga la vida, en una enfermedad crónica, es un “blockbuster”, una mina de oro a explotar.
¿Y cuánto vale una vida humana?

¿QUÉ OPINAS?